¿Por qué siempre se van los mejores? Esta frase de melodrama barato tiene su parte de verdad. En este post quiero hacer un homenaje al talento, a la inteligencia y al carisma de unos personas que desde niño han sido ídolos para mí. Curiosamente, y juro que no lo he buscado así a propósito, todos ellos tienen en común una ciudad que en un tiempo no muy lejano fue el rincón más mítico de la gente que se dedicaba a la buena vida, hablo de Marbella por supuesto.
El primero es
Jesús Gil. Don Jesús, gracias por crear ese paraíso de la yet set y participar en él sin ningún complejo con un programa que Telecinco debería reponer todos los veranos al estilo de TVE con Verano Azul. Las noches de tal y tal. ¡Cómo olvidar a las chicas chin chin!
Mención aparte merece el éxito que consiguió con el Atlético de Madrid con el histórico doblete en 1996 y esa celebración en calesas por las calles de la capital. Amen del busto en bronce a Milinko Pantic.
Los siguientes homenajeados son 2 miembros de la familia con más talento de la historia de España.
Antonio y Lola Flores. A pesar de que los sociatas quisieron derribar el mito de la Faraona por unos descuidos sin importancia en las cuentas de la artista con Hacienda, Lola tenía el apoyo de toda España y ha pasado a la Historia como la mejor cantante española de todos los tiempos. Aún se me ponen los pelos como escarpias recordando la boda de Lolita: "¡Si de verdad me queréis, irse!". Por desgracia, un cáncer se la llevó y Antonio (nunca se lo perdonaré), al más puro estilo Marco, se fue con el mono a buscar a su madre. En una semana perdimos a la mejor artista de todos los tiempos y al que seguramente habría sido el mejor compositor de la historia de España.
Por último, pero no menos sentido, quiero rendir un tributo al gran
Espartaco Santoni. Quizá sea mi favorito porque fue un auténtico vividor. Al margen de casarse con varios pivones de la época, nunca se le conoció actividad laboral alguna y el estilo de este superclase no tiene parangón con ningún papanatas actual tipo Beckham. Como legado, nos ha dejado una de las mujeres más sexys del planeta, su hija Paola Santoni, y al que yo personalmente estoy convencido de que es su hijo por su semejante estilo de vida, explosiva mujer y evidente parecido físico a su progenitor: mi adorado Borja Thyssen.
¿Alguien se atreve a dudar de la teoría? Hasta en el detalle del pulgar en el bolsillo son clavaditos. Sé que los genes de Espartaco siguen pegándose la gran vida en su "hijo" Borja, y eso me hace muuuuy feliz.
