Qué fue de...

España es un país idólatra. Nos encanta encumbrar a personajes de todo tipo para luego dejarlos caer en el olvido sin ninguna contemplación. La televisión se ha cobrado muchas víctimas y aquí os muestro algunos de los más míticos tanto por su incomprensible éxito como su posterior declive.

¿Os acordáis de Chapis? Cuando Jorge Javier y la Alcayde todavía no habían dado a luz ese gran programa educativo llamado Aquí hay tomate, este hombre de físico imponente y con menos gracia que Arévalo contando chistes de gangosos, pertrechó junto a Belinda Washington el primer programa del corazón tipo "valetudo", el Qué me dices. De aquello nos ha quedado una revista con mismo nombre y estilo, una prolífica carrera de la Washington como actriz secundaria de series cutres y madrina de concursantes de todos los programas que albergan esa patética figura (Gran Prix, Pasapalabra,etc.) pero... ¿y Chapis? Pues gracias a dos grandes iconos de este país, María Jiménez y Alfonso Arús (grande entre los grandes), sabemos qué fue de él.



Sí, ahí lo tenéis. Resulta que además de lo mencionado anteriormente, ha dejado a varios camellos en la lista Forbes de grandes fortunas y la sensación de que el mundo de la canción se ha perdido un gran talento. Pero no es el único.

¿Qué me decís de J.J. Benítez? El autor de tan magnas obras de la literatura como Caballo de Troya I y II se hizo famoso en los 70 y 80 escribiendo historietas sobre ovnis y teorías de la conspiración que dejan el asesinato de JFK y el 11-M a la altura del betún. Aquí os dejo un detallazo de lo que se supone que es un viaje astral fuera de su cuerpo, mezcla entre un mal pedo de tripi y pantomima de hipnosis chunga de Pablo Segóbriga.



Lo mejor es la cara de póker de Jiménez del Oso -parece que está esperando el autobús- después de tomarse el cafelito recalentado, mientras este fulano pone caritas y monta un numerito lamentable más sobreactuado que Lidia Bosch en la serie Motivos Personales (http://www.youtube.com/watch?v=XQBGyBBNrl8&feature=related).

Pero sin duda mi favorito es la auténtica reencarnación del Dalai Lama, un firme candidato al premio Nobel de la Paz y un ejemplo a mostrar en todas las escuelas de primaria: Carlos el Yoyas. Hasta el nombre me apasiona. Durante unos meses medio país hablaba con el acento macarra del de Hospitalet y de repente...puf! desapareció. Para los nostálgicos os dejo un par de perlitas de este chulo putas.



"Esta muchacha me da más asco que un pelo de polla en un plato de sopa". Todo un poeta.



Como veis era un chaval muy calmado. Tras esto, sólo me queda pedir a cualquiera de las cadenas de televisión -aunque sea de TDT- que le den un programa a este hombre pero ya. O mejor, que la Obregón pague a los Miami para que le den una ensalada de hostias.